Sinopsis:
Como tantos otros niños, la viguesa Susana Rodríguez imaginaba su futuro. Los suyos eran sueños de podios e himnos, de medallas de oro olímpico que se colgaban en el cuello.
Nada de especial, salvo por el hecho de que ella era ciega de nacimiento. Pero a Susana eso no le ha impedido alcanzar metas.
Consiguió licenciarse en medicina y, después de pelear como doctora contra la pandemia, se presentó en los Juegos de Tokio el verano pasado convertida en un símbolo y dispuesta a ganar la prueba de triatlón.